Ecoterapia: La naturaleza como terapia
La ecoterapia, también conocida como terapia natural o terapia verde, es la práctica aplicada del campo emergente de ecopsicología, que fue desarrollada por Theodore Roszak.
La ecoterapia, en muchos casos, deriva de la creencia de que las personas son parte de la red de la vida y que nuestra psique no está aislada o separada de nuestro medio ambiente.
La ecopsicología proporciona a los individuos la oportunidad de explorar su relación con la naturaleza, un área que puede pasarse por alto en muchos otros tipos de psicoterapia. Mientras que algunos profesionales enseñan y practican la ecopsicología exclusivamente, otros profesionales de la salud mental incorporan aspectos de la ecoterapia en sus prácticas existentes.
Conexión con la Tierra: el núcleo de la ecoterapia
La conexión con la Tierra y sus sistemas son el núcleo de la ecoterapia. Muchos médicos que practican ecoterapia creen que la Tierra tiene una capacidad de auto-enderezamiento que opera a través de sistemas complejos de equilibrio integrado, y que si las personas pueden armonizar con estos sistemas, pudiendo experimentar una mejoría en su salud mental.
El bienestar personal y el bienestar planetario, como se propone por muchos terapeutas en ecoterapia, no están separados entre sí. Por lo tanto, las vidas de las personas se ven como parte de un mayor sistema de interacción.
Naturaleza y Salud Mental
La ecoterapia se basa en la idea de que las personas están conectadas y afectadas por el medio ambiente natural. Un creciente número de investigadores destaca los beneficios positivos de conectarse con la naturaleza.
En un estudio realizado por el psicólogo Terry Hartig, se pidió a los participantes que completaran una tarea cognitiva de 40 minutos diseñada para inducir fatiga mental. Después de la tarea, los participantes fueron asignados al azar 40 minutos de tiempo para ser empleado de tres formas diferentes: caminar en una reserva natural, pasear por una zona urbana, o sentarse tranquilamente mientras leía revistas y escuchar música. Los participantes que habían caminado en la reserva de la naturaleza reportaron menos enfado y emociones más positivas que aquellos que participaron en las otras actividades.
En un estudio similar realizado por Mind, una organización de salud mental, un paseo por la naturaleza redujo los síntomas de depresión en el 71% de los participantes, en comparación con sólo el 45% de los que dieron un paseo por un centro comercial.
Los efectos beneficiosos de la naturaleza resultan no sólo de lo que la gente ve sino de lo que experimentan a través de otros sentidos también. Por ejemplo, en un estudio reciente, los participantes se recuperaron más rápidamente del estrés psicológico cuando estuvieron expuestos a sonidos de la naturaleza (de una fuente y del cantar de los pájaros) que cuando estuvieron expuestos al ruido del tráfico. En otro estudio, las fragancias de los alimentos y las frutas inhaladas por los pacientes del hospital resultaron en la reducción de auto-informes de humor depresivo.
Los beneficios de la conexión con lo natural
No es necesario pasar tiempo en un ambiente verde para experimentar los aspectos positivos de la naturaleza. Varios estudios han encontrado que una simple visión de la naturaleza desde una ventana o incluso fotografías de la naturaleza puede mejorar el estado de ánimo y la satisfacción general de la gente. Por ejemplo, en un estudio realizado por Roger Ulrich, un destacado investigador en este campo, los pacientes de cirugía cardiaca en unidades de cuidados intensivos fueron capaces de reducir su ansiedad y necesidad de medicamentos para el dolor al ver imágenes que representan los árboles y el agua. Otra investigadora, Rachel Kaplan, también encontró que los trabajadores de oficina que tenían una visión de la naturaleza desde una ventana reportaron mayor satisfacción laboral y de vida que aquellos que no tenían esa opinión.
Muchos otros estudios ayudan a demostrar los efectos positivos de la naturaleza en la salud física y mental. Los estudios han demostrado, por ejemplo, que los niños que viven en edificios con un espacio verde cercano pueden tener una mayor capacidad de prestar atención, retrasar la gratificación e inhibir los impulsos que los niños que viven en edificios rodeados de hormigón.
Los niños que han sido diagnosticados con hiperactividad con déficit de atención (TDAH) presentan menos síntomas después de pasar tiempo en un entorno verde que cuando pasan tiempo en interiores o en ambientes exteriores no verdes. La adición de flores y plantas a un lugar de trabajo puede afectar positivamente la creatividad, la productividad y la resolución flexible de problemas, mientras que la presencia de animales puede reducir la agresión y la agitación entre los niños y los diagnosticados con la enfermedad de Alzheimer.
Actividades y técnicas de Ecoterapia
Dado que la ecoterapia es un término genérico para los enfoques basados en la naturaleza para la curación, los tipos de intervenciones utilizados son muchos. Algunas actividades se llevan a cabo con la orientación de un terapeuta mientras que otras se llevan a cabo individualmente.
Algunas intervenciones se realizan en grupo, mientras que otras requieren ser realizadas de forma individual. Además, aunque algunas sesiones de ecoterapia tienen lugar dentro de los límites de una oficina, a menudo se hace un esfuerzo para realizar sesiones en entornos naturales siempre que sea posible. A continuación se describen algunas de las actividades de ecoterapia más comunes:
- Meditación de la naturaleza: Esta meditación tiene lugar en un entorno natural, como un parque, ya veces se hace como una terapia de grupo. Los miembros del grupo pueden identificar algo en la naturaleza que los atraiga y luego pasar unos minutos contemplando cómo este aspecto de la naturaleza se relaciona con ellos y lo que pueden aprender de él. Por ejemplo, una persona anciana que lucha con sentimientos de inutilidad podría desarrollar un mayor respeto propio después de meditar sobre cómo los árboles más viejos de un bosque proporcionan refugio para las aves y sombra para las plantas más jóvenes. La actividad termina generalmente con los miembros del grupo compartiendo lo aprendido.
- Terapia horticultural: El uso de plantas y actividades relacionadas con el jardín o el huerto puede ser utilizado para promover el bienestar. Las actividades pueden incluir excavar el suelo, plantar, deshierbe, podar y recoger las hojas. Este tipo de intervención puede recomendarse en casos de estrés, «burnout» y abuso de sustancias, así como en casos de aislamiento social entre los ancianos. Programas como Thresholds, una agencia de salud mental con sede en Chicago, también han ayudado a veteranos militares que experimentan estrés postraumático a través de horticultura y ecoterapias.
- Terapia asistida con animales: En la terapia asistida con animales, se introduce uno o más animales en el proceso de curación. Algunos estudios han demostrado que acariciar o jugar con un perro, por ejemplo, reduce la agresión y la agitación en algunas poblaciones.
- Ejercicio físico en un entorno natural: Esto puede incluir actividades como caminar, trotar, andar en bicicleta o hacer yoga en un parque. Estos tipos de actividades fomentan una mayor conciencia del mundo natural y a veces se recomiendan para reducir el estrés, la ansiedad, la depresión y la ira.
- Participación en actividades de conservación: El acto de restaurar o conservar el medio ambiente natural puede ayudar a crear un sentido de propósito y esperanza. Dado que esta actividad se hace generalmente en grupos, también puede ayudar a fomentar un sentido de pertenencia y conexión, mientras que simultáneamente mejora el estado de ánimo.
Formación para Ecoterapeutas
La ecopsicología y ecoterapia son todavía campos relativamente emergentes. Muchos ecoterapeutas practicantes están capacitados y licenciados en un área relacionada, como la consultoría psicológica (Counseling) o la psicoterapia, e incorporan los principios y técnicas de la ecoterapia en su práctica actual.
Diferentes instituciones en Sudamérica ofrecen formación en ecoterapia o en ecopsicología. El centro de Ecopsicología de Uruguay es una de ellas.
En Estados Unidos varias instituciones ofrecen cursos cortos en ecopsicología, que van en la duración de unos meses a un año. Por ejemplo, la Universidad de Naropa y la Universidad de Antioch ofrecen cursos de ecopsicología como parte de su currículo. La Universidad JFK de San Francisco también ofrece un programa de certificación de ecoterapia de un año, que ofrece capacitación en una amplia gama de técnicas de ecoterapia que se pueden aplicar a individuos, parejas, grupos y comunidades.
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