Probióticos en el tratamiento de la Artritis Reumatoide
Nutrición

Probióticos en el tratamiento de la Artritis Reumatoide

El término ¨probiótico¨ es generalmente asociado a los yogures y/o algunos productos lácteos y conocidos únicamente por sus beneficios para subir las defensas.

La Organización Mundial de la Salud define los probióticos como microorganismos vivos beneficiosos para nuestro organismo cuando son administrados en cantidades adecuadas.

Entre sus principales efectos terapéuticos y nutricionales podemos mencionar que inhiben el crecimiento de bacterias patogénicas (bacterias que causan enfermedades infecciosas), producen una enzima llamada ¨peptidasa¨, que es responsable de digerir las proteínas del gluten (las que se encuentran en el trigo y otros granos) y la caseina (proteína de los productos lácteos). Así como también ayudan a sintetizar las vitaminas B y vitamina K y ayudan a los procesos de regulación de la inflamación.

Tipos de Probióticos

Los probióticos también son utilizados para contrarrestrar algunos efectos secundarios de los antibióticos, debido que (los antibióticos) al mismo tiempo que eliminan la infección, pueden destruir las colonias de bacterias beneficiosas. Así como también se administran para la prevención de la diarrea causada por los antibióticos.

Otros usos terapéuticos demostrados científicamente de los probióticos son: la erradicación de la bacteria helycobacter pylori, las infecciones urinarias y el síndrome del intestino irritable, entre otros.

Los más comunes son Lactobacillus acidophilus y Bifidobacterium, pero también hay otro tipo de especies como Saccharomyces boulardii que es un tipo de levadura, entre otros.

¿Cómo pueden los probióticos ayudar al tratamiento de la Artritis Reumatoide?

La artritis es una enfermedad auto-inmune y sus causas son aún desconocidas; algunos sugieren factores genéticos y medioambientales, una dieta alta en alimentos pro-inflamatorios e incluso el tabaco.

En un estudio publicado en 2013 se encontró que los pacientes con artritis reumatoide tenían en su intestino la presencia en cantidades mayores la bacteria llamada Prevotella Copri comparado con personas que no padecen dicha enfermedad. Esta bacteria se encuentra en el intestino; sin embargo, el estar presente en altas cantidades implicaba que el nivel de las ¨bacterias beneficiosas¨ era bajo. No se conoce exactamente la relación entre dicha bacteria y la artritis, pero es posible que dicha bacteria aumente la inflamación en el cuerpo, influyendo directamente así en las articulaciones. Faltan aún más estudios para confirmar este hallazgo y poder explicar si es la causa de la artritis o no. Mientras tanto, en base a todos los estudios científicos que existen y debido a que la flora intestinal tiene un papel muy importante en la respuesta del sistema inmune para actuar contra la inflamación de las articulaciones, seria beneficioso complementar su dieta con la ingesta de probióticos.

Probióticos en los alimentos

Los probióticos se encuentran en los vegetales fermentados, tales como pepinillos, repollo y tempeh. No se recomienda el yoghourt comercial pues contiene mucha azúcar, la cual alimenta a las bacterias patogénicas.

Para dosis terapéuticas en el tratamiento de la artritis, lo más recomendable es comprar un suplemento de buena calidad que no contenga lácteos. Es necesario buscar el consejo de su médico o nutricionista para determinar la dosis adecuada y la duración de la misma, ya que esto varia dependiendo del tipo de probiótico y del grado de evolución de su artritis. Adicionalmente, será siempre beneficioso llevar una dieta saludable especial para la artritis y hacer ejercicio moderado mínimo 3 o 4 veces por semana.

Referencias

  1. Iannitti, T et al, 2009. Therapeutical use of probiotic formulations in clinical practice. Elsevier. Clinical Nutrition 29 (2010) 701-725.
  2. Scher et al, 2013. Expansion of intestinal Prevotella copra correlates with enhanced susceptibility to arthritis.
  3. WHO. 2002. Guidelines for the Evaluation on Probiotics in Food.

Soy una Nutricionista y pertenezco a la Asociación de Terapeutas de Nutrición de Irlanda (IANT) y a la Asociación Británica de Nutricionistas (BANT). Actualmente estoy haciendo un Post-grado en Nutrición Personalizada para enfermedades crónicas por la Universidad de Middlesex, Inglaterra. También me especializo en Nutrición Deportiva basado en el enfoque de la Medicina Funcional (Functional Medicine), cuyo objetivo es mejorar el rendimiento, obtener un mayor nivel de energía y acelerar la recuperación tras el esfuerzo, personalizando en cada caso, en función del deporte y los objetivos del deportista.

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